Eider
común (Somateria Molissima)
© 1996 Søren Krohn
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Aves
y aerogeneradores
Las aves colisionan a menudo con líneas aéreas
de alta tensión, mástiles, postes y ventanas de
edificios. También mueren atropelladas por los automóviles.
Sin embargo, rara vez se ven molestadas por
los aerogeneradores. Estudios de radar en Tjaereborg, en la parte
occidental de Dinamarca, donde hay instalado un aerogenerador
de 2 MW con un diámetro de rotor de 60 metros, muestran
que las aves (bien sea de día o de noche) tienden a cambiar
su ruta de vuelo unos 100-200 metros antes de llegar a la turbina,
y pasan sobre ella a una distancia segura.
En Dinamarca hay varios ejemplos de aves
(halcones) anidando en jaulas montadas en las torres de los aerogeneradores.
El único emplazamiento conocido en
el que existen problemas de colisión de
aves está localizado en Altamont Pass, en California.
Incluso allí, las
colisiones no son comunes, aunque la preocupación es mayor
dado que las
especies afectadas están protegidas por ley.
Un estudio de Ministerio de Medio Ambiente
danés indica que las líneas de alimentación,
incluidas las líneas de alimentación que conducen
a los parques eólicos, representan para las aves un peligro
mucho mayor que los aerogeneradores en sí mismos.
Algunas aves se acostumbran a los aerogeneradores
muy rápidamente, a otras les lleva algo más de
tiempo. Así pues, las posibilidades de levantar parques
eólicos al lado de santuarios de aves depende de la especie
en cuestión. Al emplazar los parques eólicos normalmente
se tendrán en cuenta las rutas migratorias de las aves,
aunque estudios sobre las aves realizados en Yukon muestran que
las aves migratorias no colisionan con los aerogeneradores.
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